

El rover Perseverance de la NASA continúa explorando el cráter Jezero en Marte desde 2021, con el objetivo de encontrar rastros de vida antigua. A través de sus recorridos, el robot ha recolectado una valiosa colección de muestras de roca que podrían esclarecer cómo era el ambiente marciano hace miles de millones de años y por qué el planeta perdió sus condiciones habitables.
La misión, conocida como Retorno de Muestras de Marte, planea traer estas rocas a la Tierra en la próxima década. Según los científicos, cada muestra podría aportar datos decisivos sobre la historia geológica y climática del planeta rojo, así como indicios de actividad biológica pasada.
Ciencia: Perseverance recolecta rocas clave que podrían revelar si hubo vida en Marte
El rover de la NASA ha explorado el cráter Jezero desde 2021 en busca de indicios de vida antigua. La misión Retorno de Muestras de Marte planea traer esos materiales a la Tierra en la próxima década.
Desde que aterrizó en el cráter Jezero, Perseverance ha reunido una colección diversa de rocas que podrían cambiar el entendimiento sobre la historia climática y geológica del planeta rojo. Los científicos sospechan que hace miles de millones de años Marte tuvo un clima templado y agua líquida en su superficie.

Hoy, el planeta es un páramo seco sin campo magnético. Las muestras recolectadas por Perseverance podrían ayudar a esclarecer qué ocurrió en ese proceso de transformación y si hubo vida en ese entorno primitivo.
Muestras del delta, del fondo del cráter y del anillo de carbonato: tres zonas con potencial biológico
Perseverance comenzó su trabajo en el delta del cráter Jezero, una zona donde hace más de tres mil millones de años desembocaba un antiguo río. Allí se tomaron muestras que contenían lodo oscuro protegido por capas arenosas, el tipo de sedimento ideal para preservar materia orgánica, aunque aún no se ha confirmado si contienen fósiles.
Del fondo del cráter, el rover extrajo rocas ígneas que pueden ser utilizadas para fechar la actividad geológica en la zona. Según el equipo científico, estas rocas ayudarán a determinar cuánto tiempo existió agua líquida y cuándo podrían haberse dado las condiciones para la vida.

En los bordes del cráter, donde se observan depósitos de carbonato, Perseverance tomó muestras con materiales que en la Tierra suelen formarse en ambientes acuáticos poco profundos. Estas rocas podrían contener pistas sobre el clima del Marte primitivo y los posibles hábitats donde pudo surgir vida.
Buscan vida en Marte: ¿Qué nos depara el futuro?
En julio de 2024, Perseverance recolectó una muestra en las cataratas Cheyava que mostró señales de procesos químicos similares a los usados por microbios en la Tierra, así como compuestos orgánicos. No se trata de evidencia directa de vida, pero sí de un indicio prometedor que requiere análisis en laboratorios terrestres.
En enero de 2025, el rover recolectó una roca en la cima del cráter Jezero que podría ser la más antigua del conjunto. Los científicos estiman que cuanto más antiguas sean las rocas, mayor la probabilidad de que correspondan a un Marte más habitable.

Hasta la fecha, el rover ha almacenado 21 tubos de muestra, incluidos dos tubos testigo diseñados para detectar posibles contaminaciones terrestres. Aún cuenta con capacidad para recolectar más material. Si todo sigue según lo previsto, estas muestras llegarán a la Tierra en la década de 2030.










