Cualquier jefe, supervisor o coordinador, debe entender la dinámica de la empresa en su conjunto y no de su área como un departamento. Ese Mando Medio tiene un doble desafío, ayudar a la formación y al cumplimiento de logros, pero no a través de sus manos. Un exitoso desarrollo del sector se alcanza cuando la empresa planifica objetivos, sabe comunicarlos para que todas las personas lo entiendan y se comprometan y cuando implementa acciones para delegar poder

La estructura empresaria que predominaba en las últimas décadas se vinculaba a una tajante división entre los niveles gerenciales, los mandos medios y operativos. A medida que se descendía en esa pirámide organizacional, disminuía la oportunidad de innovación y de creatividad hacia el negocio.

En la actualidad, ese paradigma suena no sólo desactualizado, sino hasta peligroso, ya que no se concibe ningún puesto de trabajo en toda la empresa en el que no se espere que las personas pongan toda su capacidad para mejorar el producto o el servicio de la empresa en que trabajan. Y es aquí donde emerge la cintura y visión global del Mando Medio y su principal función: sentirse parte de un todo, entender la dinámica de la empresa en su conjunto y no de su área como un departamento.

Fernando Moyano, Gerente de Auren, consultora capacitadora, destaca que el Mando Medio, sea un jefe, supervisor o coordinador de área, debe ayudar a interpretar los objetivos organizacionales y luego trabajar con un equipo tratando de alinear voluntades para el cumplimiento de los resultados. “Tiene un doble desafío, ayudar a la formación y al cumplimiento de logros, pero no a través de sus manos. Debe entender, dentro de su equipo, qué resortes disparar para que esa persona alcance su mejor nivel, que ayuda tanto a su desarrollo, como a la gestión de la empresa , indica el experto.

El Mando Medio en una Pyme tiene mayores responsabilidades y un perfil más complejo respecto a la misma tarea que se desarrolla en una multinacional. Esta última lo protege dentro de un segmento de responsabilidades claramente determinadas, marcando adónde empiezan sus obligaciones y adónde culminan. En la Pyme, se le agrega esa polivalencia de colaboración en diferentes momentos de la organización.

Pasos para un funcionamiento eficaz

Moyano puntualiza que cualquier empresa ejerce un buen desarrollo de sus Mandos Medios cuando trabaja bien la planificación (objetivos, norte de esa compañía), sabe comunicarlos para que todas las personas lo entiendan y tengan la posibilidad de involucrarse y comprometerse y, por último, implementa acciones para delegar poder. “Las empresas en crecimiento son las que más atentas deben estar a este funcionamiento, ya que están obligadas a delegar funciones, porque los mismos directores pueden transformarse en el cuello de botella del negocio , agrega el gerente de Auren.

Martín Yechua, director de Admisiones de la Escuela de Mandos Medios del Instituto Madero, destaca que además de capacitarse de manera permanente para estar actualizado, a ese líder le será de gran utilidad poder “sacar la cabeza de la propia organización para conocer otras realidades empresarias; la generación de una red de contactos con otras empresas para realizar un benchmark de prácticas; sobretodo pudiendo incorporar conceptos y herramientas para la gestión de personas. “Es notoria la dificultad en todo tipo de organizaciones actuales para lograr resultados exitosos con equipos de gente que llegan al trabajo con diversas motivaciones, culturas, problemas personales, con bajos niveles de tolerancia en las discusiones, y en general, con una coyuntura de creciente conflictividad laboral , afirma Yechua. Es por ello, subraya, que a todos los Mandos Medios les resulta de suma importancia poder comprender aspectos básicos de la psicología humana, y hasta de la sociología de las organizaciones, que suenan casi como temas demasiado teóricos, o hasta alejados de la realidad laboral, pero cuando se vinculan con las relaciones interpersonales, la negociación y la previsión de conflictos, adquieren una tremenda vigencia y utilidad.

“El Mando Medio necesita crear ámbitos para recibir el aporte de los niveles mas operativos y saber escuchar, tener mentalidad abierta para recibir sugerencias y propiciar el cambio. Detectar las variables claves y parámetros relevantes a medir, que le den un panorama concreto sobre la marcha del área y efectuar así un control eficiente , enfatiza el experto del Instituto que trabaja en convenio con la Universidad Austral.

Resulta vital y necesario que el mando medio pueda elaborar un proyecto en todas sus etapas y, sobre todo, tener métodos y herramientas eficientes para ‘venderlo’ a la dirección. Muchos proyectos fracasan por una mala venta a la dirección o una mala presentación (excesiva o poca información relevante). Por lo tanto, se requiere que las personas que ocupan estos puestos adquieran herramientas tanto técnicas, como el manejo de presupuestos, indicadores financieros, tableros de control, armado de proyectos, rediseño de procesos, como así también que puedan mejorar habilidades relacionadas con el manejo de personal.

Costos y beneficios

La generalizada conclusión de los que trabajan a diario con las Pymes indica que el aceitado trabajo de un mando medio le reporta rápidamente a la compañía la capacidad de poder realizar más cosas en el mismo tiempo, acelerando procesos. “Y, a través de su buena formación, la delegación de poder es menos compleja y se percibirá la garantía de que ese poder será bien utilizado, multiplicándose las posibilidades de crecer , explica Moyano.

El error que cometen muchas Pymes es ascender a quien es muy bueno en lo suyo, pero no necesariamente sabe manejar gente. Entonces, se da el caso que al vendedor más eficiente lo reubican como Jefe de Ventas y tiene problemas en gerenciar a un equipo. Por eso, lo principal es tener noción de Recursos Humanos para analizar a quién conviene ascender y si la persona tiene ganas y motivación de pasar a ser jefe y, además, si está capacitado para ocupar ese lugar. No dar órdenes, sino hacer preguntas.

Mariano Gorodisch, Gerente de Bumeran, destaca que el perfil más buscado por los dueños Pymes es una persona emprendedora, que maneje a la firma como propia. “Que no mire sólo su área, sino que tenga una visión más sintética y abarcativa. Por eso, es importante, si la persona es realmente buena, hacerla partícipe de las ganancias que genera, además de su salario o establecer comisiones por superar objetivos. Es fundamental mantenerlo motivado, ya sea económicamente u ofrecerle beneficios, como viajes, actividades de recreación , apunta Gorodisch.

Moyano remarca que la mayoría de las Pymes sufren de una misma carencia y es la vinculada a la oratoria. “Una buena comunicación pasa por el coraje para decir las cosas y la ausencia de consideración para no lastimar al otro. Y no siempre todos pueden coincidir en el norte de la firma y nacen las pujas internas. Ahí es fundamental la muñeca de un líder para unificar criterios , concluye Moyano.