

En un hallazgoque podría transformar la exploración espacial tal y como se conoce, una startup británica ha presentado un prototipo de motor que utiliza fusión nuclear como método de propulsión.
Se trata de Sunbird, un nuevo cohete de Reino Unido, desarrollado por Pulsar Fusion con apoyo de la Agencia Espacial del Reino Unido. Este avance permitiría recortar los tiempos de los viajes hacia Marte, situando al planeta rojo a tan solo 6 meses de distancia.
Hallazgo espacial: el nuevo cohete de Reino Unido impulsado por fusión nuclear
La compañía Pulsar Fusion, con sede en Reino Unido, ha dado a conocer los detalles del Sunbird, un revolucionario cohete espacial que funcionará con energía de fusión nuclear.

A diferencia de los reactores terrestres, cuyo objetivo principal es producir electricidad, Sunbird está diseñado para crear un potente empuje que permita alcanzar velocidades inéditas en el espacio. Esta innovación tiene el respaldo financiero de la Agencia Espacial del Reino Unido y su desarrollo técnico está liderado por Richard Dinan, fundador y CEO de Pulsar.
La clave del funcionamiento del cohete radica en el uso de helio-3 como combustible. Este isótopo, al fusionarse, libera protones que actúan como partículas de escape para impulsar la nave.
La estructura del reactor será lineal, en lugar de circular, permitiendo que el plasma generado escape en una sola dirección y así genere propulsión. Aunque el primer prototipo será un simple experimento de fusión lineal en órbita, se espera que sea la antesala de un motor operativo capaz de reducir a la mitad el tiempo de viaje a Marte.

Exploración interplanetaria: el potencial del nuevo cohete de Reino Unido
Las capacidades del Sunbird no se limitarían a acortar los viajes al planeta rojo. El sistema de propulsión basado en la fusión nuclear ofrece múltiples ventajas para la exploración del Sistema Solar:
- Transporte de satélites de forma más rápida y eficiente.
- Reducción del tiempo de misiones a Júpiter y Saturno, de más de cinco años a solo dos o cuatro.
- Realización de viajes de ida y vuelta a asteroides cercanos en uno o dos años.
- Posibilidad de desplegar bases lunares completas en una sola misión.
- Acceso a recursos estratégicos como el helio-3, potencialmente abundante en la Luna.
Expertos como Aaron Knoll, del Imperial College de Londres, y Bhuvana Srinivasan, de la Universidad de Washington, coinciden en que este tipo de propulsión puede suponer una auténtica revolución tecnológica.












