

Muchos españoles cometen un error común al preparar pasta que, según la nutricionista Júlia Farré, la convierte en un plato innecesariamente calórico. A diferencia de Italia, en España se tiende a exceder la cantidad por ración y a combinarla con otros alimentos que elevan su carga calórica.
Farré, especialistaen alimentación, advierte que este hábito tan arraigado en hogares y restaurantes españoles puede generar problemas de peso. El exceso de pasta en el plato, el uso de salsas procesadas y la costumbre de añadir pan como acompañamiento son factores que los italianos evitan.
El error más común con la pasta en España, según una nutricionista
En España, el error más frecuente al consumir pasta es la cantidad. Mientras que en Italia la ración recomendada no supera los 80 gramos por persona, en nuestro país es habitual servir más de 100 gramos, tanto en casa como en los restaurantes.

Según la nutricionista Júlia Farré, esta diferencia incrementa de forma significativa las calorías del plato y contribuye al sobrepeso, algo que no ocurre con tanta frecuencia en Italia, a pesar de su elevado consumo de pasta diario.
Otro aspecto que agrava el problema es el acompañamiento. A diferencia de los italianos, los españoles tienden a añadir pan a las comidas con pasta, combinando dos fuentes de hidratos de carbono.
La profesional explica que suma calorías y que también eleva los picos de glucosa en sangre y genera una sensación de fatiga posterior a la ingesta. Esta costumbre, señala la experta, es uno de los grandes fallos a la hora de intentar seguir una alimentación equilibrada.
Consejos de una nutricionista para cocinar pasta sin pasarte de calorías
Júlia Farré propone varios cambios simples para que los españoles puedan disfrutar de la pasta sin que se convierta en un problema calórico. El primero es controlar la cantidad y medir la ración antes de cocerla.
El segundo, optar por cocer la pasta al dente, lo que favorece una digestión más lenta y estable. También aconseja sustituir las salsas industriales por mezclas de verduras cocinadas sin frituras ni azúcares añadidos.

Por último, recomienda evitar carnes procesadas como el bacon o las salchichas y elegir fuentes de proteínamás saludables como el marisco, el pollo o el atún.
La combinación de pasta con vegetales como espinacas, brócoli o tomates asados también ayuda a mantener el plato equilibrado. Y, ante todo, evitar el pan en la misma comida. Con estos ajustes, afirma Farré, es posible disfrutar de la pasta con frecuencia sin que afecte negativamente al peso o la salud.












