

El reconocido nefrólogo Borja Quiroga ha puesto en tela de juicio uno de los consejos más repetidos en torno a la salud cotidiana: la necesidad de beber entre dos y tres litros de agua al día. Sus declaraciones han reabierto el debate sobre las verdaderas necesidades hídricas del organismo, arrojando luz sobre una creencia popular que, según afirma, carece de base científica.
Borja Quiroga aclara un mito relacionado con la salud
Durante su intervención en el pódcast Comiendo con María, Quiroga calificó como "completamente arbitrarias" las cifras comúnmente recomendadas respecto a la ingesta diaria de agua. En este sentido, subrayó que no existe evidencia científica que respalde de manera contundente la idea de que deben consumirse entre dos y tres litros de agua para mantener un estado saludable.

El especialista detalló que las recomendaciones de organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), son mucho más matizadas. La OMS sugiere ingerir entre cuatro y seis vasos de agua al día, aunque el propio Quiroga precisó que esta medida resulta ambigua: "Podemos estar hablando de un litro o de seis litros", explicó, evidenciando la imprecisión de tales directrices.
Hábitos saludables bajo revisión: lo que realmente necesita el cuerpo
Desde su especialidad como nefrólogo, Borja Quiroga insistió en la necesidad de personalizar los hábitos saludables, especialmente en lo que respecta a la hidratación. Explicó que el cuerpo humano elimina aproximadamente medio litro de agua diaria a través de la orina, y pierde entre 700 y 800 mililitros más mediante la transpiración y la respiración. Por lo tanto, estimó que una persona sana debería consumir entre "1,2 y 1,3 litros de agua al día" como cantidad mínima para mantener un equilibrio hídrico adecuado.

No obstante, advirtió que esta cantidad puede variar según las condiciones individuales. En casos de esfuerzo físico, episodios de diarrea o temperaturas elevadas, el consumo de agua debe incrementarse. En tales circunstancias, el especialista recomendó prestar atención a una señal clave: "la sed es el estímulo más potente que tiene el cuerpo para recordarnos que tenemos que beber más agua".
Con estas afirmaciones, Borja Quiroga invita a desmontar ideas erróneas y a reformular los llamados hábitos saludables desde una perspectiva más crítica y científica, alejándose de generalizaciones que pueden resultar inadecuadas para muchas personas.












