
San Carlos de Bariloche resultó el destino favorito en las cuatro ediciones de PreViaje, programa que le aportó a la ciudad más de un millón de turistas y $35 mil millones a la economía local.
"Bariloche se convirtió en un sinónimo de PreViaje", sintetizó el ministro de Turismo y Deportes de la Nación, Matías Lammens, en su última visita a la Patagonia. "Es una de las políticas públicas más fuertes y contundentes para el sector turístico que recuerde", resaltó Gustavo Gennuso, intendente de Bariloche. Una ciudad que festejó como ninguna otra de la Argentina el programa puesto en marcha a finales de 2020 buscando ayudar a recuperar a una de las industrias más afectadas por la pandemia.

Y vaya si fue con éxito: gracias al impulso de PreViaje -que benefició a más de 500 prestadores turísticos locales- y al retorno del turismo receptivo, el ingreso de visitantes a la ciudad rionegrina en 2022 superó en un 65% el promedio de los años anteriores.

Además, con las últimas dos ediciones focalizadas (se idearon para "levantar" los meses con menor movimiento del año), Bariloche evitó las "temporadas bajas" de octubre-noviembre en 2022 y mayo-junio este año: miles de turistas llegaron para descubrir las primeras nevadas en el Cerro Catedral, las paradas de ensueño de Circuito Chico, la costa interminable del Lago Nahuel Huapi, la vista 360 del Cerro Campanario, la inolvidable Ruta de los 7 lagos, la rica gastronomía local (chocolates, cerveza artesanal, embutidos ahumados, truchas, etc.) y muchos más atractivos, pero pintados con la paleta de colores de la primavera y, sobre todo, del otoño.
