En esta noticia

En muchas cocinas hay un objeto cotidiano que esconde algo inesperado: oro de 22 quilates. Aunque parece un simple electrodoméstico, su interior guarda piezas diminutas de gran valor que muchos desconocen.

Este hallazgo ha despertado interés entre quienes reciclan aparatos electrónicos, ya que varios contienen componentes con metales preciosos usados para mejorar la conductividad y evitar la corrosión. Uno de ellos está en casi todos los hogares y puede valer miles de dólares si se aprovecha correctamente.

¿Qué tiene este electrodoméstico que lo vuelve tan valioso?

Ciertos aparatos de cocina esconden circuitos y conectores recubiertos en oro. Se trata de una capa muy fina, utilizada por su alta capacidad conductora y su resistencia a la oxidación. Ese detalle, invisible a simple vista, transforma lo común en una fuente de dinero insospechada.

El más destacado es el horno microondas. En su interior, las placas electrónicas y contactos dorados pueden contener oro de 22 quilates. Si bien la cantidad por unidad es mínima, al juntar varios aparatos viejos el valor se multiplica. Empresas de reciclaje confirman que, procesados a gran escala, estos componentes pueden alcanzar miles de dólares por tonelada.

¿Cómo encontrar y aprovechar ese oro oculto?

Antes de abrir cualquier microondas para extraer el oro sus componentes, debe estar desconectado y descargado. Luego, se recomienda revisar estas partes:

  • Placa de circuito principal: contiene los conectores con baño de oro.
  • Interruptores y relés: algunos modelos poseen contactos dorados.
  • Magnetrón: puede incluir pequeñas piezas metálicas valiosas.

Obtener el metal precioso por cuenta propia es riesgoso: requiere herramientas y productos químicos especializados. Lo ideal es llevar los componentes a un centro de reciclaje certificado, donde se realiza la recuperación de forma segura.