

Una operación militar de gran escala comenzó a desplegarse y encendió las alarmas sobre un posible conflicto global. El movimiento de fuerzas marítimas de Estados Unidos en distintos puntos estratégicos genera preocupación entre gobiernos y analistas.
Aunque oficialmente se presenta como una acción de "seguridad regional", la magnitud del despliegue y su foco en América Latina sugieren un cambio profundo en la estrategia global de defensa de Washington.

¿Por qué Estados Unidos movilizó su nuevo ejército naval?
El Pentágono confirmó que el portaaviones USS Gerald R. Ford y cinco destructores fueron enviados al Comando Sur. Según el secretario de Defensa Pete Hegseth, la misión busca "detectar y neutralizar amenazas que comprometen la seguridad de EE.UU.".
El grupo naval, el más avanzado del mundo, marca la mayor presencia estadounidense en la región en décadas. Fuentes consultadas indicaron que el portaaviones partió desde el Adriático, sin precisar cuántos buques completarán el trayecto.
Aumento de operaciones en el Caribe y Venezuela
- EE.UU. realizó 10 ataques contra barcos sospechosos de narcotráfico, con al menos 43 muertos desde septiembre.
- Uno de los blancos habría sido operado por el Tren de Aragua, considerado organización terrorista por Washington.
- Dos de los ataques ocurrieron en el Pacífico oriental, ampliando el radio de acción militar hacia nuevas rutas.

¿Qué impacto puede tener este movimiento en América Latina?
El gobierno de Venezuela denunció que el despliegue busca presionar para un cambio de régimen. En respuesta, Nicolás Maduro ordenó maniobras defensivas a lo largo de 2.000 kilómetros de costa, movilizando milicias y armamento pesado.
El envío del portaaviones y los ataques en el Caribe son vistos como una demostración de fuerza hacia los gobiernos latinoamericanos. Según coinciden analistas militares, la maniobra podría interpretarse como un intento de reafirmar la presencia marítima y la influencia estratégica de Estados Unidos en el hemisferio occidental.
En Washington, algunos legisladores temen que esta ofensiva escale en una confrontación prolongada. Sin embargo, el discurso oficial mantiene que se trata de operaciones de seguridad marítima y defensa regional, en un contexto de tensiones que cada vez se sienten más globales.













