

Un equipo de arqueólogos del Museo del Monasterio Franciscano de Tolisa realizó un hallazgo sin precedentes en Bosnia: un conjunto de lingotes bipiramidales de la Edad del Hierro, ocultos durante más de dos milenios en el lecho del río Sava.
Según los especialistas, se trata de la mayor colección descubierta en la historia del país y podría aportar pistas sobre las rutas comerciales y las comunidades que habitaron la región antes de la llegada de Roma.
Un hallazgo único en Europa
Los lingotes tienen formas y acabados que permiten datarlos entre los siglos I y II a.C., en plena transición entre la cultura de La Tène y el periodo romano. Este tipo de piezas servía como materia prima para fabricar herramientas, armas y otros objetos esenciales.
Hasta ahora, en países vecinos como Croacia solo se conservaba un ejemplar, mientras que en Eslovenia existen dos o tres. Por eso, la magnitud del hallazgo bosnio lo convierte en un descubrimiento único para el continente.

Todo comenzó cuando Pedro Matki, un aficionado a la historia de la región de Posavina, notó en 2024 algo extraño en las aguas del Sava y tomó fotografías. Las imágenes llegaron al director del Museo Municipal de Vinkovci, quien confirmó la importancia del hallazgo y activó una operación de arqueología subacuática.
A la espera de que el nivel del río bajara, los especialistas iniciaron el trabajo: documentaron el terreno, realizaron fotogrametría 3D, numeraron cada pieza y las extrajeron cuidadosamente, colocándolas en agua destilada para su conservación.
Cómo sigue la investigación
El siguiente paso será un análisis químico que podría revelar la mina de origen del metal y confirmar si la Posavina bosnia fue un punto clave en el comercio con Europa Central, Medio Oriente y el norte de África antes de nuestra era.
Los expertos sostienen que esta región de los Balcanes podría haber tenido un papel mucho más relevante de lo que se creía, gracias a sus recursos minerales. Por la magnitud y rareza del hallazgo, investigadores de Alemania, Francia y Austria ya han mostrado interés en sumarse al proyecto.
Este tesoro bajo el Sava no solo reescribe parte de la historia de Bosnia, sino que podría cambiar la comprensión de las redes comerciales de la Edad del Hierro en Europa.














