

Bill Gates, cofundador de Microsoft y una de las personas más ricas del planeta, sorprendió en una reciente entrevista al poner en duda el valor de las grandes fortunas y al lanzar una fuerte advertencia sobre el futuro de la inteligencia artificial (IA).
Con 68 años y una fortuna que supera los 120.000 millones de dólares, Gates afirmó que el dinero, por sí solo, no debería ser el legado de una vida exitosa, y que las grandes riquezas son "casi ilegítimas" si no se destinan a mejorar la sociedad.
"Estas fortunas son casi ilegítimas si no se devuelven a la sociedad de forma inteligente", declaró el magnate tecnológico.
Una fortuna con propósito: la visión de Gates sobre la riqueza heredada
Lejos del estereotipo del empresario obsesionado con el dinero, Gates explicó que su verdadero interés siempre fue la expansión de la informática personal, no el enriquecimiento.

Desde los comienzos de Microsoft, su meta fue hacer accesible la tecnología incluso en los países más pobres. Hoy, con décadas de experiencia, sostiene una postura firme sobre el uso responsable del dinero:
"No quieres dar este dinero a tus hijos y crear una dinastía. Eso no les hace ningún favor. Hay que devolverlo a la sociedad".
A través de la Fundación Bill y Melinda Gates, ha destinado miles de millones de dólares a proyectos de salud pública, nutrición y lucha contra la pobreza, particularmente en regiones vulnerables del mundo.
El dilema de la IA: entre la revolución y el riesgo
Gates también abordó uno de los temas más candentes de la actualidad: la inteligencia artificial. Aunque reconoce su potencial para transformar áreas clave como la educación, la salud o la agricultura, advierte que se trata de un arma de doble filo:
"La IA es la herramienta más prometedora que hemos tenido nunca, pero también la más peligrosa si no se utiliza bien".
El empresario pidió menos apuro comercial y más regulación política y ética para evitar que la IA contribuya a aumentar la desigualdad, propagar desinformación o automatizar procesos sin control humano.
Empatía, ética y futuro: el nuevo discurso del poder
En una era marcada por la aceleración tecnológica y la acumulación de poder económico, Gates propone una reflexión diferente: el éxito real está en la capacidad de devolver valor a la sociedad, no en los números de una cuenta bancaria.
"Trata a los demás como te gustaría ser tratado", concluyó, citando la regla de oro.












