EL GIGANTE ASI TICO OCUPA UN ROL PROTAGÓNICO EN EL BLOQUE

Pese a la imagen “igualitaria de los Brics, la realidad es que lidera China

Cada uno de los otros miembros del bloque está fuertemente conectado al grupo a través de su relación con China. Es el gran pivote del bloque y, por lejos, el más poderoso

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, tiene motivos para estar contenta esta semana.
No sólo fue anfitriona el lunes de una exitosa cumbre de líderes de los Brics, el grupo de los cinco mayores países en desarrollo que comprende además a Rusia, India, China y Sudáfrica. Sino que también sus diplomáticos lograron resolver un desacuerdo entre India y China sobre dónde debía ubicarse la sede del banco de desarrollo Brics. Shanghai se quedó con el privilegio.
Shanghai es un gran centro financiero, aseguró Rousseff a los periodistas, en un intento por explicar la elección de la ciudad china. Su ministro de Finanzas Guido Mantega agregó: Está cerca de las grandes potencias asiáticas.
India aportará el primer presidente del banco como consuelo por no haber conseguido la casa matriz. Pero si bien los Brics buscan mostrar a la nueva institución como una asociación igualitaria, la elección de Shanghai habla de una dura verdad sobre el rol central de China en el grupo.
Cada uno de los otros miembros del bloque está fuertemente conectado al grupo a través de su relación con China, que a su vez los considera nuevas fuentes de energía y minerales, como mercados para sus productos, y socios en el comercio internacional y algunos temas estratégicos.
Sin ninguna duda, el principal país desde un punto de vista económico es China, dijo Roberto Dumas Damas, economista de la escuela de negocios Insper en San Pablo.
Entre los Brics, la relación más importante se da entre China y Brasil, la segunda economía del grupo. Eso se refleja en la extensa visita que hará el presidente chino Xi Jinping a Brasil. Después de la cumbre de los Brics, estuvo ayer presente en un encuentro de líderes del grupo en Brasilia con mandatarios latinoamericanos y hoy comienza una visita de estado a Brasil.
La relación comercial de China con Brasil y, de hecho, con el resto de Latinoamérica es simbólica, aseguran los analistas. Brasil y la región pasaron de ser meros proveedores de mineral de hierro y otros minerales, soja y productos agrícolas a también ser consumidores de productos industriales chinos y destino de inversiones provenientes de Beijing, en particular en petróleo e infraestructura.
Los chinos necesitan recursos naturales y Brasil los tiene, aseguró Damas de Insper.
Brasil también ofrece a Beijing una base sólida en Latinoamérica desde la cual ampliar su influencia. Después de Brasil, Xi dará comienzo a su segundo viaje por la región desde que asumió la presidencia. El año pasado estuvo en Costa Rica y México. Este año visitará estados donde China tiene intereses energéticos, especialmente Venezuela y Argentina, además de Cuba. Venezuela, que ya es el principal tomador de préstamos de China, busca una línea de crédito nueva de u$s 4.000 millones.
Mientras tanto, en Argentina, la petrolera china Cnocc tiene 50% de la energética local Bridas. Y el país sudamericano quisiera que ésta última invirtiera en la gigantesca formación de shale, Vaca Muerta.
India considera a China como una aliada para presionar a Occidente en las conversaciones comerciales y foros multilaterales como socio comercial importante. Rusia y Sudáfrica, al igual que Brasil, quieren vender recursos naturales a China. Rusia también ve a China y al resto de los Brics como un amortiguador contra la presión occidental, en especial por su supuesto rol en el conflicto de Ucrania.
Con China como protagonista central en los Brics, tiene sentido que Brasil y los otros socios apoyen la idea de que la sede del nuevo banco de fomento esté en Shanghai, dijo Marcos Troyjo del foro BRICLab de la Universidad de Columbia. El banco servirá como importante centro diplomático. Es muy difícil en términos bilaterales mantener encuentros, cuando quienes toman decisiones están en China, afirmó Troyjo. Pero si uno tiene un cuerpo permanente que trata cuestiones económicas y de desarrollo, simplemente se puede acceder al propio delegado en Shanghai, agregó.
Sin embargo, para los líderes democráticos del Brics, y Brasil en particular, el peligro está en que se los vea como que están canjeando un grupo de potencias hegemónicas (Estados Unidos y Europa, que controlan el Banco Mundial y el FMI) por otro grupo, China.
Rousseff tendrá que conseguir algo de China durante sus conversaciones bilaterales de esta semana, aseguran los analistas, ya sea un mayor acceso al mercado para la carne brasileña o para el fabricante de aviones local, Embraer.

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