Si no se aumenta el techo de la deuda, el gobierno de Estados Unidos corre el riesgo de caer en un default sin precedentes tan pronto como en julio, según advirtió la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO por sus siglas en inglés), en medio de una creciente guerra de declaraciones entre la Casa Blanca y los legisladores republicanos sobre la elevación del límite de endeudamiento.

La CBO, una agencia gubernamental no partidista que analiza la política fiscal para el Congreso, proyectó que si el techo de la deuda, el límite legal de endeudamiento del gobierno, no se modifica, la "capacidad del gobierno para pedir prestado utilizando medidas extraordinarias se agotará entre julio y septiembre de 2023".

El momento exacto de este agotamiento depende en parte de la recaudación del impuesto a la renta en abril. La CBO señaló que si estos ingresos son inferiores a las estimaciones actuales, el Tesoro podría "quedarse sin fondos" antes de julio.

La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, le dijo al Congreso en enero que el departamento había empezado a tomar "medidas extraordinarias" para cumplir con sus obligaciones después de chocar con el límite de endeudamientode u$s 31,4 billones.Yellen ha dicho anteriormente que es "improbable" que el Gobierno se quede sin dinero antes de "principios de junio", aunque economistas independientes han ofrecido una serie de estimaciones sobre cuándo se encontrará EE.UU. ante un posible default.

La CBO advirtió de que si no se eleva o suspende el límite de endeudamiento, y el Gobierno no puede pagar la totalidad de sus obligaciones, el Tesoro tendría que retrasar algunos pagos, incumplir sus obligaciones de deuda, o ambas cosas.

Las previsiones de la CBO son la última advertencia a los legisladores sobre los riesgos de no subir el techo de la deuda. La Casa Blanca le ha pedido al Congreso que aumente el límite de endeudamiento sin condiciones, mientras que los legisladores republicanos han tratado de vincular la medida a fuertes recortes presupuestarios.

Los bandos se han acusado de actuar de forma irresponsable, lo que hace temer un estancamiento en un Washington muy dividido que podría tener repercusiones de gran alcance para los mercados y los inversores. Los legisladores evitaron por poco un default en 2011, pero sólo después de que S&P rebajara la solvencia del gobierno y de una montaña rusa en los mercados.

El miércoles, el presidente Joe Biden pronunció un discurso en el que acusó a los republicanos de impulsar propuestas que añadirían u$s 3 billones a la deuda nacional durante la próxima década, e insistió en que su próximo presupuesto recortaría el déficit en u$s 2 billones durante el mismo periodo.

Pero Kevin McCarthy, el presidente republicano de la Cámara de Representantes, presionado para que presente su propia propuesta presupuestaria, contraatacó acusando a los demócratas de "gasto imprudente" que "pone en peligro nuestra economía".

"Por eso debemos negociar un aumento responsable del límite de la deuda que ponga en orden nuestra situación fiscal", añadió McCarthy.

La CBO emitió su advertencia junto con un informe sobre el presupuesto federal y las perspectivas económicas para la próxima década. El organismo de control preveía que el déficit presupuestario federal ascendería a u$s 1,4 billón este año, con un déficit anual promedio de u$s 2 billones durante la próxima década.

Según la CBO, el "déficit acumulado" durante la próxima década será u$s 3 billones superior al previsto anteriormente, en gran parte debido a la reciente legislación y al aumento del costo de los préstamos.

"A largo plazo, nuestras proyecciones sugieren que deben introducirse cambios en la política fiscal para hacer frente a los crecientes costos de los intereses y mitigar otras consecuencias adversas de la elevada y creciente deuda", declaró Phillip Swagel, director de la CBO.